Hace poco mas de una semana llegué a Nepal, primero Katmandu y después Pokhara, desde donde escribo este post. Es un país muy parecido a la India, con sus colores, olores a incienso y currys, gentes sonrientes, templos y ofrendas de flores...
Tras la intensa Katmandu con sus pitidos Y gentes por todas partes, llegué a Pokhara, algo así como un paraíso de vegetación, silenciosa, con caminos bordeando el lago o a través de la montaña para caminar, tomar tiempo para uno mismo y simplemente sentir.
Estaré por aquí y por India los próximos meses desde dónde espero poder transportaros y transmitiros un poquito de la cultura culinaria de estas tierras...
El calor y la humedad están presentes en el ambiente, es la época del Monzón y llueve prácticamente cada día. La primera noche en Katmandú me despertó la música de los goterones de agua que chocaban contra las dos ventanas de la habitación, parecía que el mundo se acababa y he de reconocer que me asusté. A la mañana siguiente todo fluía y todo estaba en su lugar, uno se acostumbra y ahora que vivo en una cabañera enfrente del lago cuando me despierta la lluvia golpeando contra el tejado aprovecho para meditar con ese sonido...
La comida es bastante picante, con muchas especias. El picante es el sabor más yin, el sabor que más enfría a largo plazo ya que al principio da calor y hace sudar, ese sudor es el que te hace soltar todo el calor acumulado en el cuerpo. Las comidas son bastante sanas, y la combinación de alimentos se parece mucho al de la cocina energética: un cereal (que suele ser arroz, blanco... Una pena), una legumbre (que suele ser lentejas bastante secas, contrarrestando la humedad del hambiente), verduras cocinadas (en vez de dulces, picantes) y ensalada (como hoja verde). Como ingrediente diferente a lo que solemos tener en la cocina energética, suelen combinar este plato con unas cucharaditas de yogur, poca cantidad que contrarresta el sabor picante.
Utilizan bastante azúcar en tés y postres, que enfría y contrarresta la falta de dulzor natural de esta cocina. Todo se compensa y la cocina energética nos lo explica muy buen. Utilizan poca sal (que calienta), muchas hierbas aromáticas y especias (que enfrían) y las frutas más consumidas son los mangos y plátanos (frutas tropicales que también enfrían).
Hasta pronto!! Namaste.
Tras la intensa Katmandu con sus pitidos Y gentes por todas partes, llegué a Pokhara, algo así como un paraíso de vegetación, silenciosa, con caminos bordeando el lago o a través de la montaña para caminar, tomar tiempo para uno mismo y simplemente sentir.
Estaré por aquí y por India los próximos meses desde dónde espero poder transportaros y transmitiros un poquito de la cultura culinaria de estas tierras...
El calor y la humedad están presentes en el ambiente, es la época del Monzón y llueve prácticamente cada día. La primera noche en Katmandú me despertó la música de los goterones de agua que chocaban contra las dos ventanas de la habitación, parecía que el mundo se acababa y he de reconocer que me asusté. A la mañana siguiente todo fluía y todo estaba en su lugar, uno se acostumbra y ahora que vivo en una cabañera enfrente del lago cuando me despierta la lluvia golpeando contra el tejado aprovecho para meditar con ese sonido...
La comida es bastante picante, con muchas especias. El picante es el sabor más yin, el sabor que más enfría a largo plazo ya que al principio da calor y hace sudar, ese sudor es el que te hace soltar todo el calor acumulado en el cuerpo. Las comidas son bastante sanas, y la combinación de alimentos se parece mucho al de la cocina energética: un cereal (que suele ser arroz, blanco... Una pena), una legumbre (que suele ser lentejas bastante secas, contrarrestando la humedad del hambiente), verduras cocinadas (en vez de dulces, picantes) y ensalada (como hoja verde). Como ingrediente diferente a lo que solemos tener en la cocina energética, suelen combinar este plato con unas cucharaditas de yogur, poca cantidad que contrarresta el sabor picante.
Utilizan bastante azúcar en tés y postres, que enfría y contrarresta la falta de dulzor natural de esta cocina. Todo se compensa y la cocina energética nos lo explica muy buen. Utilizan poca sal (que calienta), muchas hierbas aromáticas y especias (que enfrían) y las frutas más consumidas son los mangos y plátanos (frutas tropicales que también enfrían).
Hasta pronto!! Namaste.
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