martes, 7 de abril de 2015

El para qué del Coaching Nutricional

A menudo en la consulta las personas entran haciéndome una primera pregunta: "¿Qué me vas a prohibir?" y cuando yo contesto: "nada", se quedan mirando algo asombrad@s... Y es que cuando uno hace cualquier cosa porque alguien le obliga o le prohibe no hay motivación, o esa motivación es extrínseca, es decir, no suficiente para conseguir éxito en los cambios.

Si lo que realmente quieres es conseguir de verdad tu objetivo: bajar unos kilos, cambiar hábitos de vida comiendo más sano y haciendo deporte, reducir tu nivel de estrés, ser más feliz, sentirte mejor contigo mismo, mejorar la relación con la comida, mejorar la relación con tu cuerpo, aceptarte, valorarte, aumentar tu autoestima, sentirte fuerte y con energía, sentirte capaz de todo, eliminar las barreras que se interponen en tu camino y te bloquean e impiden avanzar, conseguir tus sueños, encontrar lo que realmente quieres hacer en esta vida, encontrar el sentido de tu vida en particular o de la vida en general, sentirte bien, abrirte a las sincronías y bailar en sintonía con la naturaleza y sus ciclos...

Lo que necesitas es que la motivación para realizar los cambios sea intrínseca, que salga de ti, y no de una persona/profesional/amigo/familia que te dice lo que "deberías hacer". La motivación es del proceso y no solo del objetivo como cuando la motivación es extrínseca. El individuo se siente libre a la hora de tomar la decisión de los cambios que quiere realizar, es el que marca la velocidad del proceso de cambio. Esta es la gran diferencia entre una consulta de coaching nutricional y una de nutrición al uso, el coach nunca te dirá lo que tienes que hacer, podrá contarte el efecto que ciertos alimentos producen en tu organismo, nunca prohibirá ni obligará a nada. Es el propio coachee individuo el que decide qué, cómo, cuándo y para qué realizará el cambio, involucrándose de forma completamente diferente. Solo de esta forma se consigue el objetivo, cuando uno se hace responsable de lo que come y cuando lo come.



Y entra otro factor en juego, la resistencia al cambio. Cualquier cambio produce un miedo por algo que se deja atrás y algo que llega y que no se conoce.

Desde el punto de vista del Coaching Nutricional se trabaja mucho con el Modelo Transteórico, un modelo creado en 1984 por Prochaska que parte de la idea de que el cambio no se produce en un momento concreto sino que es un proceso de cinco etapas:

Precontemplación: 

El individuo no reconoce el problema, no es consciente de que existe un conflicto. 

El coach acompaña en esta etapa al individuo para que éste busque los pros y los contras de un determinado hábito. El coach promueve el conflicto interno.

Contemplación: 

El individuo empieza a plantearse un cambio de comportamiento o de hábito. 

El coach acompaña en esta etapa al individuo para que éste encuentre los pros de realizar el cambio de hábito, tomando consciencia de los riesgos que la conducta "no saludable" puede producir a largo plazo".

Preparación: 

Al analizar los pros y los contras de seguir con un determinado hábito, pesan más los contras y el individuo decide que quiere cambiar de conducta, tiene motivación y adquiere un compromiso consigo mismo.

El coach facilita la acción e incrementa la autoeficiencia.

Actuación: 

El individuo adquiere un comportamiento nuevo que sustituye al hábito "no saludable".

El coach apoya en el proceso de autocontrol del propio cliente.

Mantenimiento: 

Alrededor de los 3 o 6 meses, el comportamiento se convierte en un hábito.

El coach ayuda a prevenir recaídas.

¿Cuál es el motivo de no conseguir el objetivo nutricional marcado?

Que la persona está en fases anteriores a la acción, es decir en la precontemplación, en la contemplación o en la preparación por lo que todavía no hay motivación suficiente para realizar el cambio y cualquier acción que se ponga en práctica fracasará. Para tener éxito con los objetivos marcados, la persona ha de estar en la fase de acción, donde tiene un compromiso consigo mismo y no es el nutricionista el que le dice lo que tiene que hacer y además de preparado ve factible empezar los cambios.

¿Qué ocurre cuando hay recaídas?

A pesar de estar en la fase de acción o siguientes, hay posibilidades de una recaída. En estos casos el papel del coach es esencial para que no solamente la persona se levante y comience a caminar de nuevo sino que salga fortalecida y adquiera un aprendizaje de la misma.
Entender que el cambio es un proceso da fuerza y seguridad para seguir avanzando. 


Espero que estéis disfrutando de esta maravillosa primavera llena de colores y olores, y que consigáis todos vuestros objetivos nutricionales disfrutando del camino... 

Namaste

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