domingo, 4 de agosto de 2013

Declaración de amor

Esta es una declaración de amor a la vida, por su belleza, su luz y su enseñanza.

En mi opinión, deberíamos dejar un trocito de cada día al agradecimiento, un reconocimiento que aporta fortaleza, centro y seguridad para seguir adelante. Te invito a que pruebes a cerrar los ojos 5 minutos y agradezcas todo lo que la vida te da, algo tan sencillo y que te hace sentir tan bien, pero que se nos olvida y solo nos acordamos cuando algo va mal. 

A punto de cumplir 28 años, me viene a la cabeza una frase que dice mi padre: "Los cambios se dan cada 7 años" y mirando hacia atrás:

El día que cumplí 7 años pronuncié la "R" por primera vez, el año que cumplía 21 años tuve un derrame cerebral que cambió mi forma de ver la vida completamente (relativizar y disfrutar cada momento hace que vivas la vida plenamente) y el año que cumplo 28 años cambio de rumbo a nivel profesional, tras tres años compaginando el área de la empresa (que me ha ayudado a desarrollarme como ser humano, a trabajar en equipo y a conocer cómo funciona el "mundo empresa", con una calidad de personas maravillosa, que me han aportado fuerza, confianza y seguridad) y el área de la nutrición y el coaching. Es este año cuando he sentido la necesidad de dar un giro y centrarme completamente en esta última área, que siento que es mi camino en este momento. Ha ayudado por supuesto, la aparición de un proyecto precioso, llamado LA CASA DE LA LUNA https://www.facebook.com/pages/La-Casa-de-la-Luna-La-Moraleja/115732491937709?fref=ts que os invito a todos a que paséis a conocerlo, un grupo de amigos excepcionales y la propia providencia que va poniendo facilidades y oportunidades a nuestro alcance. 

Es un momento tan especial en mi vida, que me apetecía plasmarlo por escrito y por supuesto agradecer a todos mis maestros. En primer lugar a mis padres por la enseñanza de vida, a mi padre que por su trayectoria como yuppie --> buscador --> asceta --> filósofo y músico ("Carecí de todo pero nunca renuncié a nada") y a mi madre por su fortaleza y optimismo ante la vida, dos personas mágicas de las que me siento profundamente orgullosa. A mi hermana Chandramaya por su rigurosidad y su gran mundo interior, a mi hermana Danai por su incansable lucha por conseguir y hacer lo que le hace feliz en la vida. A mi amiga Laura, por su búsqueda de camino en la vida (por fin lo has encontrado!) y Marina y David, por ser las personas que conozco que más disfrutan al hacer feliz a los demás. A mi amigo y compañero Alberto, por hacer que mis alas crezcan al aire y enseñarme el camino de la creatividad. Gianpiero y Marzia, grandes amigos de italia, con los que pasaré los próximos días en su tierra y que desde ya, les agradezco su acogida. Y así todos y cada uno de vosotros que formáis parte de mi, aquellos que estuvisteis y que la vida me ha enseñado a aceptar que elegimos caminos diferentes. Por último a Montse Bradford, por todo lo que me enseña en sus clases y lo mucho que me aporta como persona y a Alberto Costa, por introducirme en el fascinante mundo del coaching.

Y por supuesto me agradezco a mi misma, porque solo cuando uno se agradece, se ama y se quiere, puede agradecer, amar o querer a otros.

Una gran sonrisa para todos y que sigáis disfrutando de este verano llenos de energía