La naturaleza del organismo tiende a la salud, no a la enfermedad, igual que lo natural es ser feliz, no infeliz. Pero muchas veces no escuchamos a nuestro cuerpo y le damos lo que no necesita, saturándolo de elementos tóxicos a nivel físico y psicológico, hasta el punto de que ésto se nos olvida.
¿Qué relación tenemos con nuestro cuerpo y cómo nos relacionamos con la comida? El coaching nutricional es una reeducación emocional de la alimentación. Fomenta la salud al mejorar los hábitos de vida, prevenir enfermedades y desarrollar el derecho a sentirse pleno y feliz al tomar el control de nuestra vida.
Ante las mismas acciones obtendremos los mismo resultados, pero ¿y si cambiamos las acciones y hacemos algo diferente? El coach entrena al cliente para que saque todo su potencial, se escuche y haga ese algo diferente, obteniendo las herramientas necesarias para afrontar el obstáculo que se le presenta ahora, y aquellos potenciales que se le presenten en el futuro.
Es muy común en personas con sobrepeso acudir a la comida para aliviar alguna emoción que no les gusta. Podríamos hablar de un tipo de hambre emocional (no físico) que no se sacia con alimentos porque después no solo no nos quita el hambre sino que nos hace sentir culpables, siendo una rueda que nunca llega a su fin. Hay que aprender a escuchar las emociones y entender el mensaje que éstas nos dan, si las tapamos el cuerpo acaba gritándonos en forma de enfermedad o malestar.
Imaginemos por ejemplo que nos sentimos frustrados, si desciframos el mensaje que nos da esta emoción podemos plantear un cambio en nuestra vida, por ejemplo un cambio de trabajo, si es el origen de esa frustración. Esta emoción considerada como negativa, nos estaría ayudando a realizar un cambio, resultando beneficioso para nosotros.
Toda emoción tiene un sentido, descifrarla forma parte de nuestra inteligencia emocional, que poco tiene que ver con la inteligencia que puede medirse con el coeficiente intelectual. El desarrollo de la inteligencia emocional debería enseñarse desde el colegio porque es la base de nuestro bienestar a nivel individual y a nivel social.
Si os interesa este tema y queréis saber más, os invito a la charla que daré el próximo 23 de febrero en Espacio Orgánico:
http://www.espacioorganico.com/ai1ec_event/conferencia-alimentacion-y-emociones/?instance_id=19
Un fuerte abrazo
Imaginemos por ejemplo que nos sentimos frustrados, si desciframos el mensaje que nos da esta emoción podemos plantear un cambio en nuestra vida, por ejemplo un cambio de trabajo, si es el origen de esa frustración. Esta emoción considerada como negativa, nos estaría ayudando a realizar un cambio, resultando beneficioso para nosotros.
Toda emoción tiene un sentido, descifrarla forma parte de nuestra inteligencia emocional, que poco tiene que ver con la inteligencia que puede medirse con el coeficiente intelectual. El desarrollo de la inteligencia emocional debería enseñarse desde el colegio porque es la base de nuestro bienestar a nivel individual y a nivel social.
Si os interesa este tema y queréis saber más, os invito a la charla que daré el próximo 23 de febrero en Espacio Orgánico:
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Un fuerte abrazo
